El equipo redactor del Plan General de Ordenación Urbana y técnicos del sector urbanístico de Puente Genil participaron en la tarde de ayer jueves en una reunión informativa que tenía como eje central el nivel de protección de los edificios catalogados que contiene la revisión del citado plan.
Junto al alcalde, Esteban Morales y la concejala de Obras y Urbanismo, Ana María Carrillo, asistieron al encuentro técnicos de Territorio y Ciudad, empresa encargada de la redacción del Plan, encabezado por el arquitecto Manuel González Fustegueras, quiénes dieron a conocer su opinión técnica sobre los distintos niveles de protección en edificios, entablando posteriormente un debate con los profesionales locales.
Abrió el turno de intervenciones Esteban Morales, quien recordó que esta convocatoria, que se llevaba a cabo “cumpliendo un compromiso del Pleno”, tenía como fin escuchar las distintas opiniones de los profesionales relacionados con el urbanismo, “ofreciendo la oportunidad de que el equipo redactor haga la defensa técnica y estratégica que el PGOU de Puente Genil puede tener de cara al futuro” y señalando que” todavía se pueden cambiar cosas” y que el propio Plan “contempla cómo solucionar las situaciones que más preocupen”.
El alcalde dijo que al documento final del PGOU sólo le falta, para completar el estudio técnico, una serie de estudios sobre inundabilidad relacionados con los distintos arroyos afectados por la revisión, para que, posteriormente, tenga lugar la exposición pública y su aprobación definitiva, algo que podría suceder a mediados del próximo año. En este sentido afirmó que los proyectos sobre inundabilidad, calculados en unos 26.000 euros, ya se encuentran incluidos en el próximo Presupuesto municipal que se presentará próximamente para su aprobación.
Por su parte, González Fustegueras se refirió al Catálogo de Bienes Inmuebles Protegidos indicando que el informe de la Consejería de Cultura había avalado la propuesta que establecía la revisión del Plan “un Catálogo que cuenta con fichas concretas de cada edificio protegido que recoge lo que debe conservarse”, añadiendo que “precisamente, lo que tiene el Plan, es una estrategia de protección del casco histórico, no de degradación, que sería la libertad absoluta para intervenir sobre él, como ha demostrado la experiencia”.
Tras la reunión los asistentes llegaron al acuerdo que los profesionales locales del sector comuniquen las cuestiones puntuales que entiendan debe aportar el Plan a través de la Oficina de Obras y Urbanismo para que, a partir del mes de septiembre, sean estudiadas cada una de las propuestas planteadas.