El alcalde de Puente Genil, Esteban Morales, ha visitado en la mañana del miércoles el Cementerio Municipal de la localidad con motivo de los trabajos que se están llevando a cabo dentro del proyecto de localización de víctimas de la Guerra Civil y la Represión en un acto donde ha estado acompañado del diputado provincial de Memoria Democrática, Ramón Hernández, y el presidente de Aremehisa (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera), Rafael Espino.
El alcalde de Puente Genil, Esteban Morales, ha visitado en la mañana del miércoles el Cementerio Municipal de la localidad con motivo de los trabajos que se están llevando a cabo dentro del proyecto de localización de víctimas de la Guerra Civil y la Represión en un acto donde ha estado acompañado del diputado provincial de Memoria Democrática, Ramón Hernández, y el presidente de Aremehisa (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera), Rafael Espino.
El alcalde ha dicho en su intervención que se trata de un proyecto que “viene impulsado por el Ayuntamiento junto a Aremehisa con la colaboración de la Diputación de Córdoba, vinculado a una petición de familiares que conocían que los restos de su abuelo podían estar en una fosa común en el cementerio”. La localización ha conllevado “encontrar restos de personas que fueron fusiladas en el año 1940” A continuación, finalizó, “esto conllevará la realización de otro proyecto de exhumación e identificación de los restos para que sus familiares tengan la posibilidad de llevarlos a un sitio donde puedan rendirle recuerdo de una manera más digna que en una fosa”.
El diputado provincial de Memoria Democrática ha agradecido el trabajo de Aremehisa y el compromiso del Ayuntamiento de Puente Genil en este proyecto ya que “el objetivo es contar la historia tal cual sucedió realmente, salvaguardar la memoria de las víctimas y la tranquilidad de los familiares”.
Por parte de Aremehisa, una de las arqueólogas que está trabajando en el Cementerio Municipal, Virginia Barea, ha explicado el desarrollo de la actuación que comienza “con el estudio de unos expedientes que encontramos en el Archivo Municipal y el Cementerio Municipal. La intervención comienza el lunes de la pasada semana con la retirada de las primeras capas de tierra y a partir de ahí localizamos una fosa común que tiene más de 25 metros de largo y 2 de ancho”. Una vez hecho el sondeo, “encontramos los primeros indicios de violencia en los restos óseos de cuatro personas, quizá cinco, todos ellos inhumados en cajas siendo personas asesinadas en la posguerra, en 1940”.