El alcalde de Puente Genil, Manuel Baena, ha mantenido distintas reuniones con representantes sindicales de la empresa Panrico, en la que se analizaron la situación laboral de los trabajadores tras el cambio de propietarios que sufrirá la compañía, al hacerse cargo de la misma la banca.
Baena mostró su preocupación por las “repercusiones laborales” que podría acarrear esta permuta, indicando que, junto a trabajadores, habría que estar" vigilantes” para conocer el futuro de la empresa a la que consideró “patrimonio de este pueblo.
Por su parte, el presidente del comité de empresa, Gregorio Gil, señaló que el mes de septiembre sería clave para el futuro de la planta, ya que será entonces cuando la banca acreedora se haga cargo de la empresa, “lo que más nos preocupa, -dijo- es el mantenimiento de los empleos, sobre todo porque actualmente la empresa está teniendo una carga de trabajo cifrada en un 30 o un 35% por debajo de lo que suele ser habitual y lógicamente todos somos conscientes de que en el caso de que no aumenten las ventas habrá dificultades.
Pedro Izquierdo, del comité intercentro, se mostró una semana después más optimista tras la reunión mantenida con la nueva dirección de la empresa, indicando que, tras la refinanciación de la misma, "la situación ha cambiado en sentido positivo”, y matizando que "no habrá cierres de ninguna fábrica" de las que cuenta el grupo a lo largo de la geografía nacional, pero, "en todo caso, la de Puente Genil tendría más garantías".
Actualmente trabajan en Panrico, como plantilla fija, 180 empleados, más 25 eventuales, calculándose que la red de distribución roza los 500 trabajadores.