Tras la reunión mantenida con el delegado provincial de Obras Públicas, el alcalde de Puente Genil, Manuel Baena, ha anunciado en rueda de prensa que, en breve espacio de tiempo, darán comienzo las tareas de fijación del terreno en el Cerro de los Poetas por parte de una empresa especializada que impedirá que se sigan produciendo deslizamientos. Asimismo, en relación con otras obras que se llevarán a cabo, informó de la construcción de un colector que recogerá las aguas procedentes de Los Trujales y que evitará que se inunde la zona de la Estación.
Baena dijo en torno al reinicio de las obras de la Cuesta del Molino, que la empresa local Movimientos y Nivelaciones está llevando a cabo tras resultar adjudicataria de los trabajos, que tras la realización de los micro pilotajes de la zona central de la calzada y una vez asentada, se procederá a la construcción de una escollera, posiblemente hasta la altura de la carretera, creándose la plataforma de paseo que existía antes del desprendimiento.
“En el proyecto de la Cuesta del Molino, aseguró el alcalde, también va incluido la consolidación del Cerro de Los Poetas, que consistirá en la colocación de redes de sujeción de la zona más deslizable para evitar más movimientos”, una información que ya les fue trasladada a los vecinos de la calle Calzada días atrás.
Baena señaló que “estamos pendientes de esta primera actuación, que la llevará a cabo una empresa especializada, para eliminar posteriormente la arcilla desprendida que presiona las traseras de las casas de la calle Calzada”.
El alcalde recordó que estas obras cuentan con unos plazos de ejecución de unos 5 meses, intentándose, cuando sea compatible con las obras, la apertura de la vía de la Cuesta del Molino.
Por otra parte, en relación con otras actuaciones, Manuel Baena, dijo que en breve espacio de tiempo se iniciarán los trabajos de colocación de un importante colector que iría desde Los Trujales hasta la rotonda del Chare, que será el encargado de recoger las aguas procedentes de Las Monjas y la Cañada, discurriendo bajo las vías del tren, hasta el Barranco del Lobo, lo que evitaría totalmente la entrada de agua o barro a la zona de la Avenida de la Estación.